El Estadio Pedro Mutio está ubicado sobre calle Ruperto Pérez 273 de Paraná, en el corazón del Barrio San Martín, un populosos barrio de la ciudad. Se encuentra emplazado en de los terrenos del ex hipódromo, actualmente una urbanización en etapa de ejecución, centro geográfico de la capital entrerriana. Tiene una capacidad para 6 mil personas. Cuenta con tres tribunas de cemento y un sector de plateas.
Los predios y canchas, del primer campo al Estadio Pedro Mutio
Las primeras prácticas del equipo tuvieron lugar en una canchita frente al Viejo Seminario, donde hoy funciona la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER). También relata el libro “Decanos, 100 pasos de la historia” que una cancha situada en calle Avenida Ejército y Pronunciamiento fue lugar de prácticas y entrenamientos de los jugadores rojiblancos.
Respecto del primer predio propio, cabe situarnos en principios del siglo XX y pensar que en aquel momento los límites de la ciudad se encontraban en lugares que hoy están urbanizados y poblados, ahora ubicados casi en pleno centro de Paraná. Allí, en uno de esos límites de entonces, donde hoy cinco arterias importantes de la vía pública dan vida a las conocidas “Cinco Esquinas”, se localizaba el primer campo de deportes oficial del Club Atlético Paraná. Los testimonios de la época dan cuenta que este primer predio, prácticamente un mini estadio para la ciudad de aquel entonces, contaba con un particular sistema de lonas que impedía el usufructo gratuito de los curiosos del espectáculo deportivo, los días de partido, naturalmente los fines de semana. Dicho sistema consistía en lonas corredizas, de la altura del alambrado perimetral, que se guardaban en sendas casillas de madera ubicadas en cada esquina del predio rectangular. El encargado del predio desplegaba esa especie de telón cada vez que se llevaba adelante un encuentro futbolístico y luego lo descorría guardándolo en sus respectivas casillas. Las lonas, con el correr del tiempo, fueron reemplazadas por chapas de zinc instaladas de forma permanente, y se construyeron tribunas de hormigón. Los vestuarios y la pieza de utilería eran también de madera. Todos los relatos e investigaciones recuerdan de modo especial al encargado del mantenimiento del predio, don Luis Bayú (su apellido era Dayud). El presidente del Club era Pablo Berío Acosta. Y los días de partido eran un verdadero acontecimiento social para la pequeña Paraná de entonces.
Datos históricos y documentales detallan que la flamante institución deportiva tuvo “su primer campo de juego en aquel terreno destinado a Plaza Larramendi, que la Municipalidad había adquirido de los señores Faustino y Alejandro Parera por escritura pública del 29 de diciembre de 1890, cuya superficie era de 11.315 metros cuadrados. Señalada para el establecimiento de carretas, esta plaza se encontraba entre las actuales calles Gualeguaychú, Alsina, Alem y Avenida Ramírez. El último tramo de la calle Echagüe, aún no estaba abierto”.
La cesión de ese terreno se hizo por decreto del 14 de Junio de 1922 y hasta 1935 el Club tuvo su sede en las Cinco Esquinas. Fue la propia evolución de la ciudad lo que lo llevó a mudarse de ese lugar que sería neurálgico para la conexión de la ciudad y el tránsito de los paranaenses. Concretamente, la prolongación de la Avenida Echague fue el motivo por el cual se debió salir de ese lugar. El intendente de la ciudad en aquel momento era Francisco Bertozzi quien tomó la decisión de extender dicha arteria hasta Ramírez.
A esta etapa de cambios en la ciudad le correspondieron cambios en el Club. Había que buscar un nuevo predio y de allí se mudaron al Barrio Parque, en función de la generosidad del Jockey Club Paraná, que en aquellos tiempos era un terreno descampado. Alrededor de ese lugar iría creciendo, a pasos agigantados, un desarrollo urbano popular que sería el espíritu del Club Atlético Paraná: El Barrio San Martín. Así fue como el Club se mudó de las “Cinco Esquinas” a su actual sede en calle Ruperto Pérez. La mudanza consistió en trasladar las prácticas y los partidos de fin de semana a un terreno descampado, se tardaron décadas de esfuerzo mancomunado de los socios, hinchas y dirigentes, en hacerse las mejoras y avances en la sede del Club, el estadio, las instalaciones, la cancha, etc. Cambios y mejoras que aun hoy se siguen llevando adelante, empujadas por el crecimiento de la institución y el desarrollo de la ciudad, pero que desde el 2007 a esta parte, tomaron un ritmo vertiginoso.
